miércoles, 6 de abril de 2011

3.6. Segunda década del 2000

3.6.1. Aprendamos lengua 2 E.S.
Este manual, que lleva el mismo nombre que el anterior, también es editado por la misma editorial cordobesa y por las mismas autoras. Hay sin embargo, algunas diferencias importantes, pues, por un lado, está dirigido para el segundo año de la Educación Secundaria (se recuerda que en muchos aspectos Córdoba no ha aplicado la Ley Federal de Educación. Equivale al 8 de EGB 3) y, por otro, fue editado cuatro años después que el que se ha analizado anteriormente, es decir, en 2010. Hay muchos conceptos y formas de trabajarlos que son parecidos o iguales que en el manual publicado en 2006, pero también hay cambios importantes en diferentes aspectos, sobre todo metodológicos y de organización de los contenidos, como se puede ver en el índice.
Los tipos textuales ya no son la parte central de los capítulos; sólo dos de ellos tienen como título un tipo textual. Sin embargo, como ya se dijo, hay muchas similitudes y, por lo tanto, aquí se referirá exclusivamente a los aspectos importantes en los que difiere.
Como se pudo observar en el índice, esta edición del 2010 del manual Aprendamos lengua no tiene los capítulos divididos en subtítulos. Sin embargo, se conserva el criterio de incluir en todas las unidades, además de los temas relacionados al título, uno varios temas de gramática oracional y de normativa. Se excluye en este libro la sección dedicada a la poesía que en el manual anteriormente trabajado ocupaba la última página de cada capítulo.
El manual conserva la metodología de trabajo de presentar diversos textos y a partir de allí las actividades y definiciones (en algunos casos, también hay una breve definición antes de introducir textos o fragmentos de textos).
Cabe destacar que los únicos tipos textuales a los que se dedica un capítulo completo son al texto expositivo y al texto teatral, en las unidades 3 y 4, respectivamente.

3.6.1.1. La Lingüística del texto en el manual
Ya en el capítulo uno se trabaja un tema que en la edición 2006 no se consideraba. La biografía y la autobiografía. Las autoras consideran que se trata de tipos textuales, como se puede apreciar en la definición que presenta el capítulo luego de dar varios textos y actividades como ejemplos. La definición de biografía es la siguiente (p. 10):
La biografía es un tipo de texto que nos informa sobre la vida de una persona que se ha destacado por diversos motivos. […]
Entre sus características podemos señalar:
a) La veracidad. El autor cuenta una historia verídica de una persona real, basada en hechos también reales, que se apoyan en documentación y testimonios. […]
b) Relación de la vida y obra del protagonista con el momento histórico que le tocó vivir, puesto que este último aspecto influye decisivamente en el primero.
c) Estructura lineal: sigue cronológicamente la vida del biografiado.
d) Punto de vista: uso de la tercera persona.
e) Tramas: utiliza predominantemente las tramas narrativas (son importantes las referencias cronológicas) y descriptiva.
f) Función del lenguaje: es informativa, por lo que en este texto aparecen explicaciones para facilitar al lector su comprensión.
Nuevamente aparece aquí una de las características que se ha podido observar en los otros manuales que es la heterogeneidad de conceptos con los que se trabaja, sin aclarar o precisar a qué se refiere con cada uno de ellos. En la siguiente definición, la de autobiografía, en cambio, no se toma los conceptos de estructura, trama ni función del lenguaje. Esto se puede apreciar en la página 11. Se copia, a manera de ejemplificación de los distintos criterios con los que se define un tipo textual, la definición que presenta el manual:
En cambio, en la autobiografía alguien cuenta su propia vida poniendo énfasis en informar sobre su personalidad; por eso en este tipo de texto el autor, el narrador y el protagonista son la misma persona. Es una mirada retrospectiva hacia el pasado, pero al reconstruir esos recuerdos el pasado se interpreta a partir del presente y el narrador-autor dejará hechos en el olvido o los interpretará de determinada manera. Está escrita generalmente en prosa y puede incorporar otras voces y diálogos que vivencien mejor los recuerdos.
El segundo capítulo está dedicado a la comunicación y equivale al capítulo uno del manual anteriormente analizado. No presenta mayores variaciones ni en los conceptos que se maneja ni en la forma de trabajarlos. Sin embargo, presenta, además del esquema de la comunicación tradicional, un segundo esquema:


El capítulo siguiente, el número tres, está dedicado, como ya se dijo, al texto expositivo. También aquí se lo presenta, a grandes rasgos, de la misma manera que en el otro libro. Se agrega en éste unas páginas dedicadas a la cohesión (que en el manual del 2006 estaban en otro capítulo y presentados de manera diferente).



El capítulo cuatro se llama “El texto dramático”, aunque en el desarrollo del mismo se habla de texto teatral, como había sido presentado en el otro manual de las mismas autoras. Además de las variaciones en los textos seleccionados como ejemplificación de textos teatrales, no hay mayores diferencias.
A continuación hay un capítulo dedicado a la narración oral, específicamente al mito. Tampoco en este capítulo hay mayores diferencias. Nuevamente se habla de la trama narrativa y la secuencia narrativa. Sin embargo, en éste se toma la reescritura de los mitos y, por tanto, la intertextualidad, aunque no de manera explícita.
Como un subtema de este capítulo se toman los textos expositivos. Se da menor importancia a este tipo textual que en el otro manual, pues se le dedica menos espacio. No se da una definición de este tipo textual ni se lo menciona como tal.
El capítulo siete se titula “El cuento folklórico”. Este capítulo no estaba incluido en el otro manual que se analizó, sino que era una parte pequeña del capítulo denominado “Las variedades lingüísticas”. En el capítulo de este libro se trabajan nuevamente la superestructura narrativa. No se da una definición de superestructura, solamente se incluye las partes:


“Narraciones con misterio” es el nombre del capítulo siete. Aquí se trabaja con el cuento en general, el cuento realista, el cuento no realista y la novela, pero no como clases textuales, sino desde el punto de vista literario. Sólo en uno de los ejercicios relacionados con la novela Mayonesa y bandoneón, cuya lectura se recomienda, se pide que se reconozca qué otros tipos textuales aparecen en la novela.
Un octavo capítulo está dedicado a la historieta. Acá nuevamente se vuelva a trabajar con el concepto de tipo textual. La característica fundamental de la que se habla es que en este tipo de texto se combinan los códigos escrito y visual. En las primeras páginas del capítulo se trabaja con esos elementos.





Se propone la lectura de Gilgamesh, el inmortal; así se trabaja con elementos intertextuales del mito de Gilgamesh, aunque tampoco aquí de forma explícita.
El último capítulo, el número nueve, se titula “El cuento de ciencia ficción”. Se da la siguiente definición: Se puede observar en este capítulo que se habla de género, pero como en otros casos, no hay una definición del concepto.


3.6.1.2. Reflexión sobre cuestiones teóricas
Se pudo observar que en este manual continúan en términos generales las características del manual homónimo publicado por las autoras en 2006. Es posible afirmar que a pesar de la heterogeneidad terminológica utilizada para trabajar con los textos predominan las nociones de función del lenguaje, trama y tipo de texto.
Sin embargo, hay también diferencias importantes. Un dato notable a primera vista es el paratextual; de hecho, en el presente manual hay más ilustraciones y todas son a color. Respecto al trabajo con los textos en el manual, hay una disminución en la importancia que le dan las autoras a este tema. De hecho, a pesar de ser un manual de lengua exclusivamente, se trabaja más temas literarios.
A pesar de esta disminución, hay un tema que se agrega al trabajo con los textos y es la inclusión de la historieta como tipo textual.
Teniendo en cuenta estos cambios respecto al trabajo con los textos en dos manuales de las mismas autoras, con el mismo título, editado por la misma editorial, cabe cuestionarse si se debe a un viraje en la importancia de la Lingüística del Texto en los manuales recientes para el secundario. Esta es una posibilidad, pero también puede deberse a que el libro del 2006 está destinado para alumnos de EGB, mientras que el que se ha analizado aquí es para el antiguo secundario, pues en Córdoba no se ha implementado, como ya se dijo, el sistema impuesto por la Reforma educativa.

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